jueves, 29 de mayo de 2008

¿Y usted que hizo? Carta en respuesta a la misiva escrita por M.Eugenia Moreno(sobrina de Ana) y publicada por los diarios "La Mañana" y "Río Negro"

Señora María Eugenia Moreno:

Sin mi mayor consideración, pero sin ofensas, yo no puedo descender a los parámetros falaces e injuriosos con los cuales usted habló desde su desconocimiento.

Le recuerdo que a pesar de la distancia usted tuvo 9 (NUEVE) años para acercarse a la provincia de Río Negro y hacer públicas las declaraciones que después de brindado el veredicto sobre quien escribe y mi padre, ahora vierte en una carta abierta, que debo decir, está muy bien pensada para que yo no pueda querellarla por calumnias e injurias. Ambos sabemos que el supuesto suceso que dice usted haber ocurrido en su última visita a su difunta tía, alla por el año 1996, es mentira, y sus palabras carecen de sustento, pues considerando la inexistente fábula que ha volcado en su carta y que se sumaría otro tipo de mentira brindada durante el juicio pasado, debería haber sido declarado en el momento oportuno. Pero usted, por supuesto, faltó a la cita, y eso que tuvo 3 meses de juicio para acercarse.

¿Qué le ocurre señora? no es mi culpa si en el reparto de los bienes de su tía a usted no le tocó nada. Ahora desde la otra punta del continente lanzás castillos en el aire como misiles gringos sin destino.¿Qué buscás María Eugenia? ¿Nos conocimos 10 días en la vida y te creés en el derecho a hacer leña de un árbol que fue declarado inocente?, pues si no lo sabés o lo recordás te lo digo: siempre fui inocente, pero ahora tengo el aval de la justicia.

Quiero decirte también, que yo nunca clamé por mi inocencia, pues sé muy bien en mi fuero íntimo que jamás dañe la integridad física de Ana Zerdán, ni de nadie. No es lo mismo escribir lo que se siente y piensa, que ejercer la defensa propia como si uno creyese que ha hecho algo.

Soy libre y puedo circular por este mundo como quiera.

Ahora, si tanto te preocupa, ¡ de repente te preocupa la verdad desconocida sobre la muerte de tu tía!, ¿porque no te sumás a aquellos, que como nosotros, seguimos pidiendo el esclarecimiento del crimen de Ana Zerdán?

De todas maneras, y para que te quedés tranquila, quiero decirte que yo escuché de boca de tu tía, el orgullo con el cual hablaba de vos, y te aclaro esto porque más que su muerte, pareciese que a vos lo que más te preocupa es si ella hubiese estado contenta con el destino de tu vida.

¿A qué te referís con "ser nadie en toda su vida"?

¿Quién establece los éxitos y fracaso en la vida de cada uno de los seres humanos que habitan esta tierra?

Eres sangre de Ana, pero sin embargo yo nunca te ví protestando en Cipolletti o en donde sea por el asesinato de tu tía. Si acaso yo tuviera el mandato divino de decir que es ser "alguien" en la vida, diría que vos, justamente, no sos "nadie". Pero como expresé en la última pregunta, no soy yo, ni vos, ni nadie (sin comillas), los que podemos decidir que es superarse en la vida o alcanzar las metas propuestas.

Leyendo tu carta recuerdo a Henry Miller cuando dijo "Me hizo sentir la estupidez del vínculo de
sangre y de amor que no está imbuido de espiritualidad"



Juan Manuel Aguirre Taboada

DNI 24.595.244

cronicascasozerdan@gmail.com

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sábado, 17 de mayo de 2008

Hoy, es el peor día de mi vida.
Hoy, supe que Uno de los 5 seres que amo profundamente, falleció hace un tiempo.

Lo siento si defraduo a alguien, si acaso alguno haga cuentas y dude de estar entre los 5 más queridos. No es ego, pues todos sabemos que amamos a tanto seres en nuestra vida, y también sabemos que algunos creen ser parte de esa lista y nosotros no hacemos nada para aclararlo. A veces también, nosotros caemos en cuenta que quizás no estemos en linguna lista, o nunca lo hayamos estado. Tal vez, las dos cosas, tal vez toda la eternidad.

Ni a Dios siquiera, sea cual sea vuestro Dios.

No pude estar en su muerte, yo estuvo preso; y por eso, no pude estar en su muerte.

NO tengo razones para explicarme porque hoy se me desnudó el cielo, la muerte, ese jugueteo constante, no me es desconocida. Se fueron mi tía y mi abuela, dos amigos y muchos más que aunque intensos, fueron breves en mi existencia, y tal vez el recuerdo no les pase lista, pero el honor que mi alma sintió por haberlos compartido roza ese inimitable desgarro, que a veces se llama melancolía, llanto,
poesía, vida,
trajín, mate amargo en solitario,
idas al cine como excusa es no ver la película, ninguna, la vida caminar.
Así, solo, con una pantalla que nos trae una historia que no nos importa, se sienta la muerte a nuestro lado y nos dice: "quédate un rato más, tengo que pasar por tu casa", entonces nosotros, mudos, fingimos entender la película, que no es más que esa excusa, llamada miedo.

Miedo, desconexión de la razón, algunos sentidos, miedo.

Amé dos relaciones que se desmadraron, con vísceras del alma enflaquecidas, bien vivas, murieron ardiendo, se apagaron soplando. La vida me dolió un alma, y otra ocupó el puesto, la desidia y lo ímpetus nunca fueron la mezcla especial de este barman afioionado, nací para desentender el amor y pasé de largo. Soplaran, soplarán siempre esas cenizas amarradas de olvidos. Ana ya es un suspiro en el viento salteño, su vida, algunas notas desinformadas de diarios extraídos de diarios extraídos de...
Todo esto ya ha pasado alguna vez, todo el dolor posible es poco, las hendiduras que nos brindan cargadas de ponzoña aletean bien cercanas. Ana, la incomodidad para muchos, de las incógnitas pendientes, y un juicio que nada dijo.
Más de un año atrás, mi flaco moría solo. En la alcaidía de Roca, presintiendo tal cosa, yo soñaba con abrazarlo y verlo correr tras su pelota amarilla, tras los limoneros de los arboles frutales de mi casa. Viéndolo ir y venir, solo imaginar que lo pasearía de nuevo, que él siempre tan díscolo y yo de vez en vez pegándole un grito para que no se pierda.
Salí hace 72 horas, solo hubiera necesitado 1 para besarlo, para abrazarlo, decirle que aún no, que faltan años y paseos, un viaje a dedo juntos y un montón de pelotitas, amarillas siempre. Nunca pude contar con esa hora, que hoy al menos me diría "estuviste con él". No pude elegir la libertad de despedir a un ser querido, porque algunos se rompían la cabeza buscando como justificar, como seguir mintiéndoles a todos, como burlarse de Ana, de mi padre, de todos aquellos que nos han escrito, creían en nuestra inocencia.
Todos esos entramados que de la nada bocetaron dictámenes insufribles e irrisorios y que aún hoy se levantan incendiando los diarios con acusaciones falaces y chabacanerías varias, son los que finiquitan nuestro entendimiento llenando la bañera de mierda, mientras nosotros, todos nosotros los habitantes que no somos quienes cortamos el queso, olemos esa mierda, masticamos la bronca que huele mal, y entre soporíferos aportados por esos "famas" (ver Cortázar, historias de Cronopios y de famas), nos dormimos ni plácidos ni acongojados, pero si de indolencia infinita, boulevard sin fin.
Algunos no ven el sol tras muros imaginarios que han decidido construir, otros recibimos el escarceo necesario para aplacar pedidos de voces que no saben porque gritan.
Yo hoy, me quejo porque no pude tener a mi pichiruchi en brazos cuando el decidió irse a correr en festividades llenas de pelotas de tenis, a las sombra de limoneros bonachones.
Mi hermoso flaco no quiso esperarme más y yo no pude estar a su lado pues en este mundo plagados de hijos de puta los sueños no tienen peso y el cariño ajeno no vale más que un teléfono móvil.


A Fran, con todo el amor que en la vida pude darle.

Espérame en el otro mundo, donde vos y yo, jugaremos con la pelotita.

martes, 13 de mayo de 2008

Absolución

Juan Manuel Aguirre Taboada y Juan Carlos Aguirre fueron absueltos.

Aqui anexamos algunos parrafos significativos de nuestra absolucion

13/5/2008  
Los Drs. Guillermo Baquero Lazcano (presidente), Pablo Repetto y César Gutiérrez Elcarás (vocales), jueces de la Cámara en lo Criminal Segunda de Cipolletti, nos absuelven de delito de homicidio calificado por alevosía.

“Advirtiendo que nos existe una sola prueba de cargo, que no hay un indicio que permita sostener de un modo serio y concluyente la acusación, debemos efectuar una crítica a este árido proceso.
A lo largo de esta desprolija investigación hemos tenido la sensación, incluso durante el debate, que para los acusados no regía garantía  constitucional de presunción de inocencia. Desde el inicio mismo de la causa, se sentó sospechas en Juan Carlos Aguirre y también en su hijo Juan Manuel Aguirre. En el caso del primero, hemos visto como desde el laboratorio fue llevado en patrullero a la Comisaría Cuarta en calidad de demorado y allí estuvo hasta la seis de la tarde de se día 18 de septiembre de 1999.
Si existían dudas para los preventores e incluso para el mismo Juez de instrucción respecto del carácter que tenías que tener esta demora entre comillas, debieron  fundar la actuación en el arresto del art. 262 del CPP. En ese primer momento no estaba claro para los investigadores siJuan Carlos Aguirre era testigo o imputado. Sólo basta  recordar lo dicho en el juicio por el médico policial Dr. Schoua cuando aludiera que ya en el lugar del crimen, la gente afuera comentaba que el autor había sido el marido. Este rumor se tuvo en cuenta, como también algunos detalles advertidos por los policías Becerra o Barreiro que tornaban prudente el traslado de Juan Carlos Aguirre a la Comisaría para que brindara mayores precisiones sobre lo ocurrido. Pero esto no es lo grave, sino el modo en que sucedió la investigación y la sustanciación del proceso.

Juan Carlos Aguirre ese mismo día prestó declaración bajo juramento de ley, es decir como testigo. Estro es criticable, porque si estaba en duda su participación o no en el hecho, hubiera sido acorde a derecho recibirle una declaración explicativa a tenor del art.61 del CPP última hipótesis. No se puede desconocer que en este tipo de hechos delictivos los primeros  en ser investigados ante la ausencia de otras pruebas, son los integrantes del círculo familiar, amigos, etc. Este era el caso y así debió procederse pero respetando la normativa procesal. Lo cierto es que a partir de una declaración bajo juramento, Juan Carlos Aguirre fue cuestionado por sus propios dichos, dirigiéndose buena parte de la investigación policial y judicial a demostrar que estaba mintiendo.
Otro tanto ocurrió con Juan Manuel Aguirre, quien junto con su padre fueron investigados desde el origen mismo del sumario y no obstante ello fueron prestando declaraciones como testigos una y otra vez hasta que ya imputados formalmente fueron encarcelados. Todo esto fue irregular. No resulta acorde a derecho que a quien declara como testigo, se le allane la vivienda o inmediatamente se orden judicialmente la intervención de sus teléfonos sin su anuencia.
No se discute la facultad del Juez de Instrucción para allanar garantías constitucionales, pero esta actividad probatoria, debe hacerse respetando el debido proceso y el principio de inviolabilidad de la defensa en juicio. Decimos esto y lo reiteramos, porque a un imputado no de lo constriñe para que declare en contra de si mismo (art. 18 CN). Sus dichos bajo juramento de ley no deben ser utilizados en desmedro de su derecho a guardar silencio e incluso a mentir. No tiene por objeto estas valoraciones impugnar lo actuado pero si alertar sobre estas falencias. El juicio se hizo, urgía poner fin al proceso, buscar la verdad sobre los dos acusados, y lo que sí notamos en su desarrollo es que no hubo ninguna prueba directa, ni objetiva que incriminara aJuan Carlos Aguirre  y a Juan Manuel Aguirre Taboada.

La prueba científica, la que a su turno dio pie para acusar a Juan Carlos, en el debate quedo añicos. Aquella huella de la tapa de la mochila, hoy se sabe no era de aquél, y lo que es preocupante, podría corresponder a la del asesino.
Ningún testigo ubicó al padre y al hijo en el lugar del hecho a la hora del crimen. La prueba indiciaria invocada por los acusadores adolece de defectos lógicos, y su único sostén se centra en una supuesta mala justificación de los Aguirre. En pocas palabras para la fiscalía y el querellante, los computados no han probado ser inocentes y por lo tanto piden sus condenas.

Diremos que la verdad es otra e irrefutable: no se ha probado en el juicio que Juan CarlosAguirre y Juan Manuel Aguirre hallan cometido el homicidio de Ana Zerdán. El debate por muchos momentos giró en una suerte de indagación sobe la moralidad de Juan Carlos Aguirre, pero no debe perderse de vista que el juicio criminal no tiene por objeto condenar al inmoral sino a quien ha cometido un delito. Otro tanto ocurrió con Juan Manuel Aguirre, a quien se tildó de violento,  se lo acusó de haberle pegado a su padre, de haber tenido serios problemas de convivencia con Ana Zerdán e incluso con su progenitor. Ahora bien, estos calificativos, estos indicios como señalaran los acusadores, son desde nuestra óptica insuficientes y han merecido la crítica correspondiente en el presente decisorio. 
Estos son indicios de personalidad, pero no de hechos.
Resulta útil traer a esta sentencia dos párrafos de un fallo citado por Clariá Olmedo en derecho procesal penal T.III, pág.267, publicada en el boletín judicial de Córdoba, T.XXI,p.144 en el que se lee:”Toda condena penal debe basarse en pruebas legales, en cuyo defecto los jueces no deben ceder a la tentación de valerse del imputado como medio de prueba, por grave que sea el hecho o vehemente las sospechas en su contra. La ley procesal y las ciencias técnicas auxiliares de la investigación permiten utilizar una amplia variedad de elementos objetivos de convección que lógicamente encuadrados podrán fundar luego una legítima declaración  de certeza sobre la existencia de los hechos y sobre la participación de los imputados. Pero cuando la prueba falta o es insuficiente, el derecho positivo no pide más a los jueces y es de derecho positivo absolver…” 

jueves, 8 de mayo de 2008

Usted y Ustedes

Usted no entiende, usted no sabe que el mundo es una poesía, y al decirle esto me tratará de loco, o de mediático, o de asesino nomás. Jamás comprenderá que la poesía somos nosotros, y los poetas, el aire que respiramos. Todo podemos ser mártires, buenos o malos, todos ansiamos el beneplácito del resto social, o sino seríamos solitarios cavernícolas, y si usted fuese uno, no estaría leyendo estas palabras digitales.
La sintaxis de lo que al mundo le sucede, bien podría escribirse en verso, pues el dolor y la dicha a menudo se dan la mano, y allá van uno y otro, caminando por la orilla, pero siempre cuidando que el otro no caiga, pues la contracara es necesaria para nuestra existencia.¿Y sino, cómo me sentiría bien con mi alma sino existiera usted, que vino a este mundo para enterrar con dudas las certezas, y para darle rienda suelta a los peores vejámenes que el hombre puede cometer?
Mientras se ríe de la indigencia en la que viven las verdades que usted muy bien ha sepultado, yo puedo verme como aquel que sabe, que la poesía, lo alcanzará a usted, acaso, en su último suspiro.
Y no podrá evitar en el epitafio, palabras maravillosas sobre su persona, letras que dirán que ese nombre (que es el suyo), fue bonito y repartió bondades como otros reparten periódicos. Y estoy seguro que desde el otro lado, usted maldecirá. "Pero si ese no soy yo, carajo!", y más canas se le sumarán a sus cenizas.
Desde aquí yo no me regocijaré, ¿qué sentido tendría hacerle entender una realidad ineludible una vez usted sin cuerpo?
¿Que puedo lograr yo diciéndote que si usaras todo tu conocimiento para ayudar, para sanar, para mirar hacia arriba sin esperar la caída de un balcón vengativo, vivirías más feliz, y acaso no hubieras sufrido alguna dolorosa perdida, que bien sé, has vivido?
Además que en mi silencio virtual no se acerca tanta gente como en tus valoraciones mediáticas, yo soy el ojo de la tormenta, el condenado en eterna espera, el inocente sospechado, y entonces, tras todas esas etiquetas es fácil derrocar mis palabras a martillazos, pues tú eres ese al que un rebaño minúsculo escucha y otro mucho más grande, le teme.
Y tú dictas lo que se piensa y lo que se debe callar, tú hacés los cheques de los acólitos, que claro, temerosos, te siguen, te respetan, y se embolsan el diezmo que para vos no son más que migajas de una torta inacabable. Y así les dices "esto es así o esto es asá", y pronunciás aquello mientras vestido con la túnica de la justicia representás a cada piedrita.
¿Y sabés que?- Te felicito-, entendiste tan bien el juego, la imagen y lo real sobre lo que hablaba Debray, que hace un buen rato vos la habías escrito en tus sueños, para luego despertarlo y dictárselo a una sociedad que no está dormida pero que prefiere la siesta eterna. Y te agradezco que vos hagas el trabajo, pues hay que dejar la vida, no tanto para inventar una mentira, sino para sostenerla. Y eso te llevará hasta el último de tus momentos, y en ese instante comprenderás que no has vivido para tí, sino sólo para los demás, para ser la falsa identidad que todos barremos y echamos bajo la alfombra.
Pero claro, eso, tú no lo sabés. Tú creés que un BMW bien vale cualquier vida, cualquier destino, incluso la muerte de Ana, de quien dices llamarte amigo, y quien te aseguro, si está del otro lado, te dará un soberano reto, o te excluirá de la redención. Tú, que creés que esos bellos estudios jurídicos nunca serán polvo, pero que tanto como vos y yo, llevarán ese destino. Construiste un mundo sin sustento basado en suposiciones, toda tu vida lo ha sido porque para vos el prójimo no existe, solo somos instrumentos o el costo de un nuevo decorado para el living de tu casa.
Parecerá una contradicción (y es probable), pero no es a vos a quien intento caerle, ya que como tú, hay muchos, muchísimos, tal vez los más, y tal vez por eso estamos como estamos.


Toda la introducción no es más que para hablar con Ustedes.
Sería taimado en mis palabras si convirtiera ésta página en un soliloquio teledirigido, aún cuando mi artillería no sean más que balas de fogueo, pues hoy, la espada y la pluma no son lo mismo, hoy las palabras son moda cuando iluminan un best seller de magos, anillos y divanes; casi nunca cuando tratan de tenderse para que el diálogo público tenga sustento, para que todos tengamos acceso a todo, y que elaboremos pacientemente nuestra opinión sincera, libre de libretos de los impulsados por algunos de "los media"(Recuerdan a Debray?).
A pesar que mis propias palabras quieran llamar al desaliento que hoy es ley y se viste de "que le vamo´ a hacer", las expreso igual, pues ustedes (pocos, o me encantaría, muchos) son quienes hacen posible el ida y vuelta, aquello tan díficil de lograr y que los ídolos logran sin esforzarse pensando en ello.
Ustedes, también yo me considero parte de ustedes, somos el sumidero necesario para verter las aguas de los Usted, los sin nombre que tienden telarañas, donde la mayoría nos abanicamos sin siquiera espabilarnos ( el mito de las Cavernas, la idea primigenia del guión de Matrix). Y no juzgo el fin de las telarañas, sino el sojuzgamiento de la libertad de expresión, los sueños de los hombres libres, y todo aquello que por nosotros solitos, y no por medio de otros, tendríamos que investigar. Con esto, disculpénme el parloteo intelectual fallido, les digo a ustedes, me digo a mí mismo, que nos puede tocar a cualquiera, que le toco a a mi padre y a mí, seamos inocentes o culpables, vivir esta carrusel de sinsabores y enmarañados jurídico-políticos que nos arrojaron a esas aguas desconocidas en las cuales nunca jamás, hemos nadado.

El mundo sensible y el mundo de las ideas son separadas por aquellos que cumplen el rol de apartarnos de la máxima idea,
la idea del Bien.

Ojalá que eso nunca suceda, buenas noches, y hasta luego

jueves, 1 de mayo de 2008

Mi Alegato, partes de un collage.

El 3o de abril pasado, los abogados de parte y el fiscal vertieron sus alegatos en la última audiencia del caso.
Como es ley, la última palabra la tienen los imputados. En primer término habló mi padre, quien se declaró inocente a la vez que su voz se quebraba tras 8 años de espera y dolor, de impotencia y tristeza tras ver a su mujer asesinada y su vida alterada por una acusación sin fundamentos.
Luego, hablé yo, quien he llevado la voz cantante de esta bandera de defensa paralela al apoyo jurídico y humano prestado por el Doctor Jorge Larrea. Así también quiero agradecer a todos aquellos que nos ayudaron de alguna manera, y que creen en nosotros.
GRACIAS amigos, conocidos y lectores, pues es de demócratas el escuchar todas las campanas.
A continuación, el alegato completo, que por razones de repetición consecuentes a lo antes expresado por nuestro abogado, acorté a unas pocas líneas, pero que en definitiva también sirvieron para expresar mi sentir con respecto a casi una década de idas y venidas, con caminos truncados y afrentas injuriosas sin respaldo jurídico, a las que fuimos sometidos.

Mi Alegato, partes de un collage.

Soy un hombre con algunas ideas no convencionales como por ejemplo, vivir viajando para conocer otras culturas. También soy un hombre de actos sencillos.
Me gusta hablar con mis padres, jugar con mis perros, viajar, escribir, mojarme bajo la lluvia, leer, ir al cine, reírme con mis amigos, transitar caminos, surfear y viajar (si ya sé, le escribí dos veces). También me agrada la ducha fría, mi habitación ordenada y la ropa cómoda. Por supuesto que esto no me exime de cometer un crimen, pero para disfrutar los actos de la vida que les enumeré antes, no se necesita matar a nadie.

Sebastián, mi hermano del alma y conductor (webmaster) de ésta página, me escribió una carta en la que dice:
” Pienso en el juicio al que están sometidos y pienso al mismo tiempo en las palabras con las que lo denomino. “Juicio al que están sometidos”. Inmediatamente pienso en vos levantándote cada día con la certeza de conocer una verdad: “soy inocente”.Imaginé, no sin cierta impotencia, cómo debe sentirse tener que enfrentar un juicio aún conociendo la verdad, y pelear (porque sí, lamentablemente es una pelea) contra alguien que aún no conociéndola, supone una verdad imaginaria y la defiende, en tu contra, con pruebas endebles, y que al final de cada jornada las califica de “aplastantes” o “rotundas”.
Pensé entonces en una situación ridícula pero atemorizante. La verdad dejó de importar hace rato (hablo de la verdad acerca de tu inocencia y la de tu padre). Vos la conocés, tu padre la conoce, las personas que estuvieron con ustedes esa noche la conocen. La conocen empíricamente, porque la vivieron. El resto, la supone, la arma, la inventa, algunos acertamos, otros no, pero la verdad es sólo tuya y la sensación es que no vale de nada.
Palabras de un observador.

Al leer a mi amigo recuerdo a Mika Waltari, quien dijo: La verdad es un puñal desnudo en la mano de un niño y se vuelve contra el que lo lleva.

Mi percepción es que todos estamos cansados de un juicio que empezó el 6 de febrero, y que para el día en que se lea el dictamen llevará más de 3 meses de iniciado. No digo que sea poco o mucho, pues de todas maneras la vida de un ser humano vale más que un juicio eterno. Lamento profundamente que todo el esfuerzo que ahora se pone en terminar este caso no se haya puesto en las primeras semanas de investigaciones tras el asesinato.
En estos días he tenido la sensación que todos los que participamos activamente en este caso formamos parte de un gran plan, y su progresión es la siguiente: Hecho delictivo-novedad-noticia-sospechosos-arresto de los sospechosos- primicia periodística-investigación jurídica y policial- una gran pausa de 1, 2 o hasta ¡8 años!-juicio-condena o absolución- repercusión en los medios (que según sea el resultado, encontrarán la forma de crear una polémica)- segundo juicio (en el caso de David Sandoval, por ejemplo)- segundo fallo-nueva polémica, y así.
En mi caso, el debate se fue intercalando con una información adyacente: que si me dirigí al domicilio de mi padre el 31 de diciembre del año pasado en una de mis visitas quincenales otorgadas por la cámara, que si soy un preso VIP, que bla bla bla… pues está muy bien que se investigue y agoten los recursos del estado en pos de saber si ese fin de año brindé con champagne o sidra , ¡porque claro!, estamos tratando de establecer el quien, como y porqué del asesinato de Ana Zerdán.
Disculpen que ahondé en lo mismo, pero si había tantas pruebas inapelables en nuestra contra, ¿por qué los medios de mayor alcance se empecinaron en perseguir ésta situación que nada tiene que ver con el asesinato de Ana?

Ahora bien, yo pregunto e insisto, ¿Para cuántas y cuáles cosas habrá oficiado el caso Zerdán como una suerte de obra de teatro inagotable?

¿Podría acaso ser la contaminación de las aguas?
¿Tal vez problemas desconocidos en las internas del radicalismo en la ciudad de Cipolletti?
¿Quizás alguna información clave y non sancta sobre la que Ana hubiese tomado conocimiento?
¿Porqué nosotros y nadie más?

¿Porqué, vez tras vez, mi padre y yo detenidos como presuntos asesinos, cuando siempre se rigió todo por la misma cosa?, y me refiero a la ex huella dactilar de J.C. Aguirre, que hasta el papelón protagonizado por los peritos de Gendarmería Nacional y el abogado Oscar Pandolfi, parecía infalible como si fuera una prueba a la que había que sacarle lustre, ponerla en un altar e invitarle un whisky.

Recordemos que con respecto a esta huella el Perito en Criminalística de la Policía de Neuquén, Comisario Carlos A. Varas, concluyó de forma categórica que ambas impresiones no se corresponden. Más de 9 items diferentes lo llevaron a esa conclusión. Por último recomendó que se remita el famoso rastro a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, la cual cuenta con el banco de datos dactilares más amplio del país. Hizo esta sugerencia a fin de que la huella en cuestión no siga siendo anónima.
La Perito en papiloscopía de la Policía Federal Argentina, Araceli Micucci, dijo:“La huella no resultó idónea”, de nuevo. Y agregó que no lo es porque no hay puntos característicos de comparación. La PFA utiliza 12 puntos característicos en huellas dactilares, y 15 en palmares. Además no tenía "nitidez e integridad"

¿Porqué no hay notas especializadas y profundas sobre lo estrictamente jurìdico acerca del caso Ana Zerdàn?¿Porqué no se buscó interpelar a reconocidos especialistas en criminología a nivel nacional?
¿Porqué nadie profundizó en los actos que se llevaron a cabo para asesinar a Ana? Porqué sencillamente no hay tal cosa. Sólo el esbozo dictado por Oscar Pandolfi para vincularnos a nosotros. ¿O acaso alguien cree que el impresentable sargento Osvaldo Sánchez está a la altura de un investigador serio?

Es por todo esto que no percibo en nuestra sociedad mediatizada un interés real sobre el trasfondo gigantesco que atañe a la muerte de Ana Zerdàn.
Las noticias forman opinión, y claramente algunos de los medios más importantes han sido maliciosos para con nosotros tergiversando en parte, lo dicho durante las 26 audiencias de este juicio.
Con esto se logra crear una especie de inconsciente colectivo, por lo que en caso de ser absueltos, “la opinión pública”, ese ente colectivo, pedirá con el ya conocido “Justicia, justicia” por un nuevo juicio o la cabeza de los magistrados actuantes. Y esto puede hacerse real debido a la desinformación brindada. De la misma manera, en caso de ser condenados, aquel vecino que lee el diario dirá: “y sí, estaban hasta las manos”.
Así, se trata de presionar a quienes tienen que tomar la decisión, tirándoles la ciudadanía a favor o en contra, según sea el veredicto al cual arriben.
El filósofo francés Régis Debray escribió:
En la globalización fragmentada, las sociedades son fundamentalmente sociedades mediáticas. Los media son el gran espejo, no de lo que una sociedad es, sino de lo que debe aparentar ser. Plena de tautologías y evidencias, la sociedad mediática es avara en razones y argumentos. Aquí, repetir es demostrar.
La ecuación de la era visual es algo así como: lo visible = lo real = lo verdadero.
¿Dónde se dio el salto que iguala lo visible con lo verdadero? Trucos de la pantalla globalizada.
El centro de gravedad de las informaciones se ha desplazado de lo escrito a lo visual, de lo diferido a lo directo, del signo a la imagen.

Estamos en la "era visual". Así las informaciones se nos presentan en la evidencia de su inmediatez, por tanto es real lo que se nos muestra, por tanto es verdadero lo que vemos. No hay lugar para la reflexión intelectual crítica, a lo más hay espacio para comentaristas que "completen" la lectura de la imagen. Lo visual no está hecho, en esta era, para ser visto, sino para dar "conocimiento".
El mundo ha devenido en una mera representación multimedia, que suprime al mundo exterior, capaz de ser conocida en la misma medida en que es vista.
Hasta aquí Régis Debray.

Yo, Juan Manuel Aguirre Taboada, confío en que la sociedad respete cualquier veredicto que el tribunal dicte. De la misma forma espero que quienes informan, tengan la grandeza de no agitar las aguas o regodearse en la desgracia ajena, ya que “cada maestrito con su librito”, y por alguna razón ello estudiaron periodismo y los magistrados estudiaron derecho.
Ana, sé que ni mi padre ni yo te asesinamos. Lamento no tener la certeza de quien lo hizo. Quisiera, como muchos, que descanses en paz, aunque éste juicio no va a resolver eso. Pero no bajo los brazos y ojala alguien, en algún momento, encare una investigación digna que dé con los verdaderos asesinos.

Juan Manuel Aguirre Taboada
DNI 24.595.244
www.cronicascasozerdan.com.ar