jueves, 1 de mayo de 2008

Mi Alegato, partes de un collage.

El 3o de abril pasado, los abogados de parte y el fiscal vertieron sus alegatos en la última audiencia del caso.
Como es ley, la última palabra la tienen los imputados. En primer término habló mi padre, quien se declaró inocente a la vez que su voz se quebraba tras 8 años de espera y dolor, de impotencia y tristeza tras ver a su mujer asesinada y su vida alterada por una acusación sin fundamentos.
Luego, hablé yo, quien he llevado la voz cantante de esta bandera de defensa paralela al apoyo jurídico y humano prestado por el Doctor Jorge Larrea. Así también quiero agradecer a todos aquellos que nos ayudaron de alguna manera, y que creen en nosotros.
GRACIAS amigos, conocidos y lectores, pues es de demócratas el escuchar todas las campanas.
A continuación, el alegato completo, que por razones de repetición consecuentes a lo antes expresado por nuestro abogado, acorté a unas pocas líneas, pero que en definitiva también sirvieron para expresar mi sentir con respecto a casi una década de idas y venidas, con caminos truncados y afrentas injuriosas sin respaldo jurídico, a las que fuimos sometidos.

Mi Alegato, partes de un collage.

Soy un hombre con algunas ideas no convencionales como por ejemplo, vivir viajando para conocer otras culturas. También soy un hombre de actos sencillos.
Me gusta hablar con mis padres, jugar con mis perros, viajar, escribir, mojarme bajo la lluvia, leer, ir al cine, reírme con mis amigos, transitar caminos, surfear y viajar (si ya sé, le escribí dos veces). También me agrada la ducha fría, mi habitación ordenada y la ropa cómoda. Por supuesto que esto no me exime de cometer un crimen, pero para disfrutar los actos de la vida que les enumeré antes, no se necesita matar a nadie.

Sebastián, mi hermano del alma y conductor (webmaster) de ésta página, me escribió una carta en la que dice:
” Pienso en el juicio al que están sometidos y pienso al mismo tiempo en las palabras con las que lo denomino. “Juicio al que están sometidos”. Inmediatamente pienso en vos levantándote cada día con la certeza de conocer una verdad: “soy inocente”.Imaginé, no sin cierta impotencia, cómo debe sentirse tener que enfrentar un juicio aún conociendo la verdad, y pelear (porque sí, lamentablemente es una pelea) contra alguien que aún no conociéndola, supone una verdad imaginaria y la defiende, en tu contra, con pruebas endebles, y que al final de cada jornada las califica de “aplastantes” o “rotundas”.
Pensé entonces en una situación ridícula pero atemorizante. La verdad dejó de importar hace rato (hablo de la verdad acerca de tu inocencia y la de tu padre). Vos la conocés, tu padre la conoce, las personas que estuvieron con ustedes esa noche la conocen. La conocen empíricamente, porque la vivieron. El resto, la supone, la arma, la inventa, algunos acertamos, otros no, pero la verdad es sólo tuya y la sensación es que no vale de nada.
Palabras de un observador.

Al leer a mi amigo recuerdo a Mika Waltari, quien dijo: La verdad es un puñal desnudo en la mano de un niño y se vuelve contra el que lo lleva.

Mi percepción es que todos estamos cansados de un juicio que empezó el 6 de febrero, y que para el día en que se lea el dictamen llevará más de 3 meses de iniciado. No digo que sea poco o mucho, pues de todas maneras la vida de un ser humano vale más que un juicio eterno. Lamento profundamente que todo el esfuerzo que ahora se pone en terminar este caso no se haya puesto en las primeras semanas de investigaciones tras el asesinato.
En estos días he tenido la sensación que todos los que participamos activamente en este caso formamos parte de un gran plan, y su progresión es la siguiente: Hecho delictivo-novedad-noticia-sospechosos-arresto de los sospechosos- primicia periodística-investigación jurídica y policial- una gran pausa de 1, 2 o hasta ¡8 años!-juicio-condena o absolución- repercusión en los medios (que según sea el resultado, encontrarán la forma de crear una polémica)- segundo juicio (en el caso de David Sandoval, por ejemplo)- segundo fallo-nueva polémica, y así.
En mi caso, el debate se fue intercalando con una información adyacente: que si me dirigí al domicilio de mi padre el 31 de diciembre del año pasado en una de mis visitas quincenales otorgadas por la cámara, que si soy un preso VIP, que bla bla bla… pues está muy bien que se investigue y agoten los recursos del estado en pos de saber si ese fin de año brindé con champagne o sidra , ¡porque claro!, estamos tratando de establecer el quien, como y porqué del asesinato de Ana Zerdán.
Disculpen que ahondé en lo mismo, pero si había tantas pruebas inapelables en nuestra contra, ¿por qué los medios de mayor alcance se empecinaron en perseguir ésta situación que nada tiene que ver con el asesinato de Ana?

Ahora bien, yo pregunto e insisto, ¿Para cuántas y cuáles cosas habrá oficiado el caso Zerdán como una suerte de obra de teatro inagotable?

¿Podría acaso ser la contaminación de las aguas?
¿Tal vez problemas desconocidos en las internas del radicalismo en la ciudad de Cipolletti?
¿Quizás alguna información clave y non sancta sobre la que Ana hubiese tomado conocimiento?
¿Porqué nosotros y nadie más?

¿Porqué, vez tras vez, mi padre y yo detenidos como presuntos asesinos, cuando siempre se rigió todo por la misma cosa?, y me refiero a la ex huella dactilar de J.C. Aguirre, que hasta el papelón protagonizado por los peritos de Gendarmería Nacional y el abogado Oscar Pandolfi, parecía infalible como si fuera una prueba a la que había que sacarle lustre, ponerla en un altar e invitarle un whisky.

Recordemos que con respecto a esta huella el Perito en Criminalística de la Policía de Neuquén, Comisario Carlos A. Varas, concluyó de forma categórica que ambas impresiones no se corresponden. Más de 9 items diferentes lo llevaron a esa conclusión. Por último recomendó que se remita el famoso rastro a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, la cual cuenta con el banco de datos dactilares más amplio del país. Hizo esta sugerencia a fin de que la huella en cuestión no siga siendo anónima.
La Perito en papiloscopía de la Policía Federal Argentina, Araceli Micucci, dijo:“La huella no resultó idónea”, de nuevo. Y agregó que no lo es porque no hay puntos característicos de comparación. La PFA utiliza 12 puntos característicos en huellas dactilares, y 15 en palmares. Además no tenía "nitidez e integridad"

¿Porqué no hay notas especializadas y profundas sobre lo estrictamente jurìdico acerca del caso Ana Zerdàn?¿Porqué no se buscó interpelar a reconocidos especialistas en criminología a nivel nacional?
¿Porqué nadie profundizó en los actos que se llevaron a cabo para asesinar a Ana? Porqué sencillamente no hay tal cosa. Sólo el esbozo dictado por Oscar Pandolfi para vincularnos a nosotros. ¿O acaso alguien cree que el impresentable sargento Osvaldo Sánchez está a la altura de un investigador serio?

Es por todo esto que no percibo en nuestra sociedad mediatizada un interés real sobre el trasfondo gigantesco que atañe a la muerte de Ana Zerdàn.
Las noticias forman opinión, y claramente algunos de los medios más importantes han sido maliciosos para con nosotros tergiversando en parte, lo dicho durante las 26 audiencias de este juicio.
Con esto se logra crear una especie de inconsciente colectivo, por lo que en caso de ser absueltos, “la opinión pública”, ese ente colectivo, pedirá con el ya conocido “Justicia, justicia” por un nuevo juicio o la cabeza de los magistrados actuantes. Y esto puede hacerse real debido a la desinformación brindada. De la misma manera, en caso de ser condenados, aquel vecino que lee el diario dirá: “y sí, estaban hasta las manos”.
Así, se trata de presionar a quienes tienen que tomar la decisión, tirándoles la ciudadanía a favor o en contra, según sea el veredicto al cual arriben.
El filósofo francés Régis Debray escribió:
En la globalización fragmentada, las sociedades son fundamentalmente sociedades mediáticas. Los media son el gran espejo, no de lo que una sociedad es, sino de lo que debe aparentar ser. Plena de tautologías y evidencias, la sociedad mediática es avara en razones y argumentos. Aquí, repetir es demostrar.
La ecuación de la era visual es algo así como: lo visible = lo real = lo verdadero.
¿Dónde se dio el salto que iguala lo visible con lo verdadero? Trucos de la pantalla globalizada.
El centro de gravedad de las informaciones se ha desplazado de lo escrito a lo visual, de lo diferido a lo directo, del signo a la imagen.

Estamos en la "era visual". Así las informaciones se nos presentan en la evidencia de su inmediatez, por tanto es real lo que se nos muestra, por tanto es verdadero lo que vemos. No hay lugar para la reflexión intelectual crítica, a lo más hay espacio para comentaristas que "completen" la lectura de la imagen. Lo visual no está hecho, en esta era, para ser visto, sino para dar "conocimiento".
El mundo ha devenido en una mera representación multimedia, que suprime al mundo exterior, capaz de ser conocida en la misma medida en que es vista.
Hasta aquí Régis Debray.

Yo, Juan Manuel Aguirre Taboada, confío en que la sociedad respete cualquier veredicto que el tribunal dicte. De la misma forma espero que quienes informan, tengan la grandeza de no agitar las aguas o regodearse en la desgracia ajena, ya que “cada maestrito con su librito”, y por alguna razón ello estudiaron periodismo y los magistrados estudiaron derecho.
Ana, sé que ni mi padre ni yo te asesinamos. Lamento no tener la certeza de quien lo hizo. Quisiera, como muchos, que descanses en paz, aunque éste juicio no va a resolver eso. Pero no bajo los brazos y ojala alguien, en algún momento, encare una investigación digna que dé con los verdaderos asesinos.

Juan Manuel Aguirre Taboada
DNI 24.595.244
www.cronicascasozerdan.com.ar

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo no tengo la verdad en mis manos pero tengo un gran afecto hacia Juan Carlos y Juan Manuel,día a día le pido a Dios que haga justicia`porque me he dado cuenta que la justicia del hombre aqui en la tierra no existe!!......

Anónimo dijo...

La justicia de hoy ya no es la misma que solía ser en sus principios... A la justicia se la denomina como "la cosa justa", pero de justa no tiene nada.
Decenas de personas soon enjuiciadas sin motivo alguno o talvés una leve sospecha, pero son los pocos los que cumplen con una condena sin ser realmente quienes cometieron el acto ilícito!