lunes, 21 de abril de 2008

Flores rotas en mi subconsciente

Hace 8 años abandonaba una buena amistad.
El porquè nos dejamos de tratar, no lo recuerdo. Y creo que èl tampoco.Mi amigo, al que llamaremos Felipe, hizo una brevìsima retrospectiva de su vida y se centrò en la mìa, en este presente de horizonte corto que porto. Por lo tanto, decidiò ceder nuestro breve encuentro a la actualidad de mi caso. Por lo que te agradezco la gentileza.Pues resulta que el hombre lee la pàgina y me dio su impresiòn al respecto. Debo decir que màs allà del cariño que existiò en un pasado, el presente nos encuentra muy desconocedores de la vida del otro. Por lo cual su opiniòn, siendo un tipo que desde que lo conozco estuvo ligado a los medios, es muy cercana a la imparcialidad, y por lo tanto, valedera para mì.Felipe me dijo que en el lugar donde vive, (ciudad pequeña de la provincia) algunos conocidos con los que ha comentado el caso le han dicho que este juicio les parece una "engañapichanga/timo/cazabobos/farsa". Y eso que quienes opinaron sòlo siguen el caso por los medios con mayor llegada.(leàse Canal 7 de Neuquèn, Diario Rìo Negro, Canal 10 de General Roca y Diario "La Mañana de Neuquèn", y alguna radio con gran alcance)Este pueblo se encuentra fuera de la zona del alto valle, por lo que tenemos que dejar fuera de alcance a la mayorìa de las radios, algunos canales municipales, publicaciones quincenales, etcètera, y muy posiblemente a èsta pàgina tambièn.En buena hora entonces!, pues algunos alcanzan a vislumbrar el velo que nos cubre. No quiero con esto estimado lector, que usted piense "este hombre otra vez con lo mismo", pues si acaso fuera eso, no sè si me alcanzarìan los dedos de una mano para describir los entuertos semi privados y otros muy desconocidos que rondan el caso de Ana Zerdàn. Eso lo dejo para despuès.Mas bien esta nota es una pequeña celebraciòn de la existencia de la voluntad del pensamiento (libre sería mucho decir, pero pensamiento igual). Decía que en buena hora que algunos en un pueblo lejano a la geografía de ciudad de Neuquèn- Cipolletti se interesen en nosotros, pero no para insultarnos o condenarnos de antemano, sino para realizar su propio anàlisis. Que por lo menos avancen hasta el velo, es todo un logro. Luego correrlo y aceptar las verdades desnudas, es harina de otro costal, otra fase.Y este disfraz/embozo/fingimiento corre para todas las cuestiones pùblicas, tanto el ìndice inflacionario "trucho" que el gobierno nos espeta, como los aborígenes Tobas y otras etnias que se nos mueren de hambre, dìa a dìa, en el Chaco profundo. Así tambièn la incontinente cantidad de accidentes de trànsito (de toda clase) que nos mata 30 o no sè cuantos argentinos por día, o acaso esa torre de Babel que es la elevadísima tasa de deserciòn escolar (piense en las destruìdas torres gemelas una encima de la otra, con la torre Eiffel encima y el Cristo Redentor de Rìo de Janeiro como frutilla de postre, y hagàse a la idea, porque todos esos chicos que habitan nuestra patria estàn dejando de usar el guardapolvo blanco por otras obligaciones, o por llana pobreza nomàs.)Todo vale para que nos deslumbren, ¿O acaso para que creemos que es el fùtbol, por ejemplo?

Cada dìa, con este novedoso frìo o el calor de un par de semanas atràs, con mis viejos y renovados achaques a los que mi ciàtico me somete o tambièn con su entrañable ausencia, yo le planto flores a la ilusiòn, a la libertad de mi padre, a mis viajes, al descanso de mi madre, a los amigos que me apoyan, a los habitantes de Añelo, que estàn sufriendo daños irreparables, a los que critican con fundamentos, a los que no creen en nosotros por convicciòn y no por llevar el bolsillo rentado. Para todas èstas percepciones porto mis càndidas flores. Y es que no puedo hacer otra cosa. Cuando pienso que mi padre permanece encerrado en su pequeño departamento de 51 metros cuadrados, desde hace 3 años, yo riego mis flores de nuevo, y hasta dos veces por dìa, si es necesario!. Y es que la ilusiòn, como en todos los òrdenes de la vida, sigue intacta. Aùn cuando legalmente desde hace màs de medio año mi Juan Carlos Aguirre gozaba del legìtimo derecho de esperar este juicio en libertad y con pleno derecho de ejercer su trabajo y otra actividades de la vida en libertad. Para él no hubo pacto de San Josè de Costa Rica posible.Y eso tambièn es injusto.Pero a pesar de èsto, y aunque algunos intenten romperlas y marchitarlas, las flores relucen en mi subconsciente.

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