jueves, 7 de febrero de 2008

Dia 2

Para empezar el relato del segundo día de juicio quiero aclarar algo: No busco que nos crean, sólo pido que nos escuchen, y que cada uno piense por si mismo. Un país esta conformado por habitantes, y todos nosotros debemos preocuparnos por lo que a nuestro país, nuestras provincias y nuestras ciudades les acontece.

Alguien dijo, “el medio y yo no estamos separados”.

Pues adelante, hablemos, confrontemos opiniones, razonemos. Es cierto que la terrible muerte de Ana, tanto como muchas otras , suceden en nuestro país casi a diario, pero una y otras, nos competen.

Ahora si: primer testigo del segundo día, el doctor Schoua (médico policial ) declaró en primera instancia: Concluyó en que el tubo era más compatible que la tapa de la mochila del inodoro con respecto al golpe propinado sobre Ana Zerdán. También agregó que el impacto fue por un lado del cráneo y el estallido por el lado inverso. Hubo un golpe inicial que le voló un diente, producto de un puñetazo, luego la amordazaron, la estrangularon y al no lograr matarla, le taparon la cabeza y le dieron un golpe con el tubo, y así la terminaron de matar.

Un acto calculado, dijo.

Según él, Juan Carlos Aguirre le expresó en el lugar del hecho: “Entraron por ahí”, aludiendo a la ventana interna del laboratorio.

Luego, Schoua habría constatado la inexistencia de algún tipo de pisadas en el jardín del patiecito del laboratorio (al que daba la ventana).

Después aludió que Juan Carlos Aguirre se encontraba muy tranquilo en el lugar del hecho, ni conmocionado ni nada parecido, y en base a esto no creyó en sus dichos ni en sus gestos. Dijo que lo estaba “macaneando”. Ahora bien, ¿por qué, siendo tan relevante su impresión, no se lo comentó a nadie en ese momento?

También agregó que la gente que se había agolpado alrededor del vallado expresaba algo parecido a “Seguro la mató el marido”, pero ante la requisitoria del abogado defensor acerca de la identidad de al menos una persona que hubiese hecho tal comentario, el dr. Schoua no pudo identificar a nadie.

Pregunto, ¿chismes de barrio devenidos en verdades anónimas?, ¿o un oído tendencioso?

2. Segundo testigo del día: Araceli Micucci. Perito en papiloscopía de la P.F.A.
Dijo: “La huella no resulta idónea”.

El estudio que realizó en su debido momento fue hecho con un negativo de fotografías del soporte de la huella, esta se amplió y también se utilizó el sistema AFIS (dicho sistema busca por puntos característicos).

Dijo: “La huella no resultó idónea”, de nuevo. Y agregó que no lo es porque no hay puntos característicos de comparación. La PFA utiliza 12 puntos característicos en huellas dactilares, y 15 en palmares. Además no tenía "nitidez e integridad". Ante la pregunta del abogado querellante sobre su participación en los análisis de las pericias con respecto al triple crimen de laboratorios Lacyb, la perito Micucci agregó que no se puso de acuerdo con los peritos Maggiolo y Desideris, de Gendarmería Nacional. Luego se la invitó a realizar una comparación in situ entre el soporte original y la foto sobre la cual ella trabajó. Concluyó en que ambas era la misma.

3. Tercer testigo:Carlos Alberto Varas, Comisario y Perito Criminalcita de la Policía de Neuquén. 15 años de antigüedad.

Se lo invitó a mirar el soporte, tuvo sus dudas sobre la idoneidad del rastro, aunque luego lo consideró apto para cotejo. Ante la requisitoria del tribunal acerca de si podía establecer el sentido de las líneas circulares desde el núcleo mismo de la huella, prefirió hacer un examen exhaustivo y no aventurar una opinión en el momento. Tanto el tribunal como la defensa, el fiscal y la querella, avalaron la resolución por la cual este testigo realizará un nuevo análisis a la famosa huella. Se presupone que el próximo lunes habría novedades al respecto.

Pero esto no termina ahí.

Al retirarse el comisario Varas, el Dr. Pandolfi lo siguió, saliendo de la sala, a lo cual el abogado defensor Jorge Larrea, con la anuencia del tribunal siguió los pasos de ambos. Todo esto debido al extraño comportamiento del abogado querellante. El dr. Larrea reingresó en el recinto manifestando que el dr. Pandolfi estba hablando con el testigo, así entonces, el presidente del tribunal tuvo que hacerse presente en las inmediaciones de esta sala para aclarar la situación.

No quiero embarrar la cancha con suposiciones inadecuadas, ya que por obvias razones podrían ser tomadas como tendenciosas, pero creo que dentro del marco legal, el accionar del abogado querellante no fue el adecuado, si es que a la actuación del querellante se le quiere dar visos de seriedad.

Nadie está por encima de la ley ni debe manipularla a su favor, ni el Dalai Lama, ni quien suscribe, ni Oscar Pandolfi.

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